En el curso anterior, cuando tan sólo teníamos 3 añitos, al llegar la primavera, realizamos una pequeña actividad que consistía en la siembra de pipas de girasol. Aprovechando que nuestro centro había instalado un invernadero decidimos transplantarlos porque estaban creciendo tanto que en los maceteros no los podíamos dejar. Durante el tercer trimestre fuimos cada semana a regar nuestros girasoles pero el curso acabó y no había nacido su flor, tan bonita y llamativa...
Durante el verano la seño Pili se ha encargado de ir al colegio a regar los girasoles, ya que hacía mucha calor y necesitaban abundante agua para vivir. Ya pasadas varias semanas de las vacaciones nacieron las flores de los girasoles, hermosas y con un color especial, pero nosotros seguiamos de vacaciones así que no pudimos verlas.
Cuando llegamos en Septiembre mis pequeños recordaban que allí estaban sus girasoles y fuimos a ver que había pasado con ellos, y nos llevamos una grata sorpresa... ¿Quereis saber lo que ocurrió?
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